Por Itzel Chan y Miguel Cocom
En Yucatán, las niñas, niños y mujeres en su mayoría sienten más seguridad en las calles que en sus casas, pues una problemática constante que enfrentan es la violencia y el abuso sexual.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública tiene registrado que en Yucatán el año 2023 cerró con 169 denuncias por delitos contra la Libertad y Seguridad Sexual, los cuales engloban abuso, acoso, hostigamiento, violación e incesto.
Sin embargo, la activista maya, directora de ‘Casa Colibrí’, Candelaria May, compartió que desafortunadamente las denuncias que se reflejan en las estadísticas no son todos los casos que se concentran en Yucatán, pues la gran mayoría no son expuestos ante las autoridades y por lo tanto, las personas agresoras viven en libertad.
“Los casos que se saben son de los que se denuncian, pero hay muchos que no se denuncian y si los supiéramos, las cifras nos asustarían”, indicó.
Además, ella como testigo de las violencias que viven mujeres, niñas y niños de comunidades mayas, dijo que en muchos casos las víctimas viven el proceso en lo oculto y a solas por miedo y vergüenza, y en la mayoría de los hechos cuando son niñas y niños enfrentan amenazas.
El abuso sexual afecta en gran medida la vida futura de la persona y al mismo tiempo, vulneran la existencia de menores de edad como sujetos de derecho.
Para la activista, la situación de violencia sexual se relaciona directamente con la errada idea de que las mujeres están al servicio del placer sexual de los hombres y en ese sentido a las niñas se les ve como propiedad.
La violencia sexual no es un asunto que sólo enfrenten niñas y mujeres, porque desafortunadamente niños también son víctimas.
Desde Ventanas Rotas, nos dimos a la tarea de revisar los comunicados enviados por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y durante 2023, tan sólo en el mes de diciembre se detectaron a 14 personas detenidas por cometer abuso sexual, principalmente en contra de menores de edad, ubicando a víctimas de 5 años o menos. Los municipios con más casos concentrados resultaron ser Mérida, Umán, Valladolid, Kanasín y Oxkutzcab. En 2024, ya hay cuatro casos reportados.
Una constante es que quienes cometen las agresiones sexuales son familiares cercanos a las víctimas, hablando de padres, hermanos, abuelos, tíos, padrastros o amigos de la familia.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, estimó que cuatro de cada 10 mujeres de 15 años y más ha vivido situaciones de violencia sexual en el ámbito comunitario a lo largo de la vida en territorio yucateco.
La alta incidencia de estos delitos llevó a que se reformara recientemente el artículo 310 del Código Penal del Estado, por lo que ya se castigará el abuso sexual infantil con una pena de 12 hasta los 20 años de prisión y de 600 a 3 mil días multa, aunque este castigo podría incrementar si hay violencia física o psicológica.
En ese sentido, dependencias estatales como la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) cuentan con programas y proyectos para prevenir el abuso sexual infantil.
La Segey tiene un Protocolo de Actuación ante situaciones de violencia detectada o cometidas en contra de niñas, niños y adolescentes en los planteles escolares de Educación Básica, y recientemente iniciaron una capacitación a personal de nivel Preescolar, en el que contemplan la participación de más de mil 100 agentes educativos de 396 escuelas.