Alumnado del CCBA rebate comunicado de la UADY sobre mejoras en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Un reciente comunicado de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) sobre la ampliación de la matrícula y las mejoras en infraestructura en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia ha sido recibido con escepticismo y críticas por parte del alumnado. A través de redes sociales, estudiantes han señalado que la realidad en el campus dista de la versión oficial y han desmentido varios de los puntos mencionados.
El comunicado de la UADY destacó que la Facultad ha fortalecido su equipamiento en laboratorios y el hospital veterinario, además de mejorar la infraestructura con nuevos aires acondicionados, ventiladores y computadoras para el Centro de Cómputo. También aseguró que se están optimizando los traslados a las prácticas de campo con la renta de vehículos y que se ha ampliado la matrícula para recibir a 520 nuevos alumnos en agosto.

Sin embargo, la comunidad estudiantil ha respondido con comentarios que evidencian una situación diferente. De acuerdo con testimonios compartidos en redes, los aires acondicionados en los salones han estado inactivos desde el regreso a clases presenciales, algunos incluso desaparecieron tras presuntos robos durante la pandemia. También han señalado que la falta de insumos básicos como papel sanitario y jabón en los baños es un problema constante, al igual que la escasez de instrumentos y reactivos en los laboratorios.

Otro de los puntos más criticados es la ampliación de la matrícula. Para el estudiantado, esta decisión no responde a una mejora en las condiciones de enseñanza, sino a un intento de generar más ingresos sin resolver problemas estructurales previos. Han denunciado que la falta de mantenimiento en las instalaciones afecta tanto a las aulas como a los espacios destinados a ganado, acuicultura y parcelas, los cuales no reciben la atención necesaria. Además, señalaron que en algunas asignaturas los docentes han tenido que poner dinero de su bolsillo para completar materiales para las prácticas.

A esto se suma la preocupación por la seguridad en el campus. Algunos comentarios han denunciado que la facultad carece de medidas suficientes para evitar robos, lo que ha resultado en la sustracción de herramientas de las parcelas y otras áreas vulnerables. También han señalado la persistencia de problemas como la sobrecarga laboral de los docentes, la falta de consideración hacia las disidencias y la protección a agresores dentro de la comunidad universitaria.

En contraste con la versión institucional, el alumnado ha dejado claro que la realidad del campus sigue siendo precaria. Mientras la universidad habla de avances, los estudiantes siguen exigiendo condiciones dignas para su formación, así como mayor transparencia en el manejo de los recursos. La ampliación de la matrícula sin mejoras sustanciales en la infraestructura ha sido vista como una estrategia de ingreso económico más que como una solución a las carencias de la facultad.
La comunidad universitaria sigue esperando respuestas concretas a estas problemáticas, pues más allá de los anuncios oficiales, las condiciones en las que estudian siguen siendo cuestionadas por quienes las viven día a día.