Restauradores de manglar del sureste mexicano comparten experiencias
Por Itzel Chan
En un Encuentro de Comunidades Restauradoras de Manglares, participaron personas de 11 comunidades del sureste de México para realizar un intercambio de ideas, compartir avance de sus proyectos, pero también para abrazar las experiencias que han tenido que atravesar durante años de trabajo.
En el encuentro organizado por el Programa de Pequeñas Donaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) en el marco del proyecto RE3CO, hombres y mujeres de diferentes edades compartieron los retos que enfrentan al trabajar en la conservación de la biodiversidad y la protección costera de los estados de Campeche, Tabasco, Yucatán y Oaxaca.
Desde Campeche, estado que alberga el 25% del manglar de todo México, las personas restauradoras de manglares expusieron que este trabajo en ocasiones les representa no sólo esfuerzo físico, sino también mental y emocional por todo lo que conlleva el proceso de organización comunitaria, defensa y cuidado de su territorio.
Además del enorme reto de enfrentar la crisis climática, se suman retos importantes como la dificultad de que las denuncias ambientales que someten sea atendidas, sobre todo porque en algunos casos tienen que atravesar por hechos de corrupción. Esto mientras se tienen que resolver conflictos internos que pueden suscitarse dentro del trabajo colectivo.
Sin embargo, con la capacidad que han desarrollado para resolver cada uno de los retos que se les presentan, su trabajo les ha permitido ver la recuperación de especies marinas y aves en zonas que antes estaban degradadas.
Por supuesto reconocieron que hay mucho que hacer aún, como por ejemplo, la elaboración de planes de manejo en los que se les involucre, también un mejor manejo de residuos sólidos en zonas de manglar o mejorar la economía y el emprendimiento vinculado con la restauración.
A través de un ejercicio, usando la metáfora de un iceberg, entre lo que se ve encima de la superficie y lo que queda de fondo del mar, las y los reforestadores describieron que los logros visuales son obvio lo que reverdece en el manglar, pero lo que no se ve es todo el esfuerzo que realizan a diario para conservar este ecosistema, como por ejemplo, despertar todos los días antes de las 5:00 de la mañana, en algunos casos dejar a sus hijas e hijos por periodos breves en casa y trabajar en medio de inclemencias temporales.
Keila Vázquez de la agrupación Las Chelemeras, de Yucatán, recordó cuando todas las críticas se convirtieron en admiración, pues al inicio hasta les negaban el servicio de transporte público al regresar de sus casas después de un largo día de trabajo.
“No nos querían recoger porque decían que nuestras ropas después de trabajar no estaban limpias, pero después de eso, las críticas se convirtieron en admiración y ya ahora valoran mucho lo que hacemos”, relató.
Santiago Tucuch Cab, de la cooperativa Honey Kaab, de Isla Arena, en Campeche, consideró que este encuentro es crucial para quienes trabajan en la recuperación del manglar.
“Este tipo de actividades nutren porque se comparten experiencias, pues hay compañeras y compañeros que llevan más años trabajando en reforestación y eso ayuda a no cometer errores que se cometieron y eso ayuda a hacer el camino más fácil para otros”, expuso.
Domitila Arenas López, del ejido Sabancuy, Campeche encontró fortalezas en este encuentro porque adquieren aprendizaje en el trabajo y la técnica que usan sus compañeras y compañeros de otros estados.
“No sólo somos reforestadores, también hacemos trabajo sustentable en nuestra zona. Nos llevamos una gran experiencia y me gustaría seguir alentando a jóvenes que se involucren porque es una labor por cuidar el planeta que nos ha dado tanto y debemos regresarle lo que nos da a los seres humanos”, dijo.
Las mujeres y los hombres que trabajan día a día en terrenos de lodo y que vencen a los mosquitos, demuestran su pasión en cada restauración de manglar, ecosistema vital para mitigar los efectos del cambio climático y preservar la biodiversidad en México
Fotos: redes Las Chelemeras