Por: Miguel Cocom
“En algunas circunstancias la memoria es una forma de ternura”
Eliseo Alberto
Todas las casas cuentan una historia, pero hay casas que cuentan muchas más; y ese es el caso de la Casa de la Historia de la Educación en Yucatán (CHEY).
Ubicada en el barrio de Santa Ana, en el corazón de Mérida, este recinto resguarda la memoria educativa del estado y en sus paredes aún resuenan las historias educativas de cuando – en esa misma dirección – funcionó la Escuela Primaria “Ana María Gallaga” y años después la Escuela Nocturna “Agustín Franco Villanueva”; es decir, es un recinto sonoro y santanero, ¡vaya combinación!
Un espacio que, desde ahora y hasta el 8 de abril, abre sus puertas a la exposición documental y fotográfica “Soy y seré siempre maestra”, un homenaje a la vida y legado de la maestra Effy Luz Vázquez López.
La muestra, coordinada por Enrique Ortiz, encargado del Archivo Histórico de la CHEY, permite recorrer las distintas facetas de la maestra Effy Luz: desde sus orígenes familiares, su infancia y adolescencia, hasta su formación académica y su destacada trayectoria como docente y escritora.
La exposición está conformada por 48 piezas, entre documentos personales, borradores de textos inéditos, artículos periodísticos, fotografías, objetos y material audiovisual. Para lograr esta curaduría se revisaron más de 400 elementos del acervo personal de la maestra, además de más de 100 documentos digitales de su archivo fotográfico, los cuales enriquecen la experiencia y ofrecen una mirada integral a su vida y legado.
Entre los aspectos más destacados de la exposición está la oportunidad de explorar el “cajón de ideas” de la maestra, como lo describe Ortiz, a través de los borradores de sus textos literarios, donde se puede apreciar su proceso creativo y su cuidado en incorporar el idioma maya y elementos de la cultura local.
Además, los visitantes podrán acceder a material audiovisual mediante códigos QR, como un poema regional recitado en su propia voz, que conecta a los espectadores con su legado cultural.
La muestra también revela facetas menos conocidas de la maestra Effy Luz, como su incursión en el mundo de la música. Desde su niñez participó en programas de radio como cantante, acompañada por destacadas pianistas de la época, y más tarde integró el grupo musical “Flores de Otoño”, compuesto por personas de la tercera edad, con quienes se mantuvo activa hasta 2018.
Más allá de los reconocimientos que recibió en vida, como la Medalla Yucatán, el Profesor Diputado Pánfilo Novelo Martín y el título de Maestra Distinguida, la exposición resalta su compromiso con la educación y su ejemplo para las nuevas generaciones de docentes.
Así, quienes visiten la CHEY podrán sumergirse en un homenaje que celebra no solo su labor académica, sino también su amor por la cultura yucateca y su dedicación como maestra de maestras. Un legado que inspira y perdura, porque así como la maestra Effy Luz Vázquez es y será siempre maestra, la CHEY es y será siempre su casa.